«25 años en otra dimensión» 3º clasificado en el I CONCURSO de relato breve “Costus”

Aquí os dejamos el tercer relato mejor puntuado del «I Concurso de relato breve Costus» que se llama «25 años en otra dimensión». Es muy interesante. En este relato la prima de mi madre, la abogada  Remedios de Pascual, nos cuenta su relación con Costus, tanto a nivel personal como a nivel profesional. Cuenta (fue testigo de todo) los problemas que tuvieron con el dueño de la casa que habían alquilado en Sitges, etc. También su profundo cariño por Enrique y por Juan. Un testimonio histórico!!

VEINTICINCO AÑOS EN OTRA  DIMENSIÓN .

(Dedicado  a tres  Juanes que  marcaron mi vida: Juan  Catasús, fiel amigo de mi adolescencia y juventud; Juan Manuel Montaño  casado conmigo, y con el que tuve  dos hijas  y un hijo maravillosos; y Juanjo  Carrero Galofre, más  conocido como Juan Costus.)

I ) ADIOS  PARA  SIEMPRE.

Juan, que para mi será siempre Juanjo, primo, sobrino, hermano,  confidente,  compañero, ayuda, referente, cliente, maestro de cocina, tan parecido a mí  y tan distinto; un ser maravilloso, mágico, que vivía en otra dimensión y al que por eso mismo, y por ser yo mayor, debía proteger y ayudar.  Para él fui prima, hermana, confidente, compañera, ayuda, abogada, apoderada.

Enrique, mi cuñado, mi rival a veces, sin yo saberlo mi “otro”  en todos los aspectos, y al que, precisamente por esto he admirado siempre tanto. Sartre dijo :”El otro es mi infierno”. Yo creo que el otro es mi espejo inverso, mi referente, mi cielo. El que me abre nuevos caminos, y el que hace que me conozca  mejor a mí misma. Porque si no existieran hombres, homosexuales, negros, morenos, conservadores, ateos; yo no sabría que soy  mujer, heterosexual, blanca, trigueña, progresista, cristiana, y de rito y confesión católica.

A los que conocí, admiré y quise mucho antes de que fueran Costus. Continue reading

«Luces y Sombras» 2º clasificado en el I CONCURSO de relato breve “Costus”

Dada su calidad hemos solicitado a su autor compartirlo.

Quedo en segundo lugar del I CONCURSO de relato breve “Costus”, con 44 puntos

LUCES Y SOMBRAS.

En la ciudad podía oírse el murmullo sostenido que lanzaban al aire las esquinas tropezándose con aquel frío de semblante polar. Mientras, en las alturas, las ventanas cerradas dejaban traspasar una estela del silbido que propiciaba el viento al acariciarlas, cada vez con más ganas.

La tarde se mantenía inestable y misteriosa, sin dejar ver la diferencia entre la noche que caía y las nubes que perduraban, cubriendo al gentío, que deambulaba sin dejar que las calles perdieran su sentid, como almas perdidas en busca de un halo de calor.

Desde arriba, parecían hormigas huyendo del hormiguero, como si su reina las hubiese olvidado y su vida perdiese el sentido, o simplemente, como si se hubiesen revelado. Continue reading

I CONCURSO de relato breve “Costus”

El “I Concurso de relato breve Costus” se abrió el pasado 1 de Agosto de 2014 y se recogieron textos hasta el día 15 de Septiembre a las 24:00h.

El concurso ha sido todo un éxito, habiéndose recibido 8 relatos que cumplían los requisitos de tipo de letra, extensión, temática (relacionado con Costus), etc.

Todos los relatos me han emocionado profundamente, ya que veo confirmado el dicho de que  “Cada uno de nosotros lleva un Costus distinto en su corazón”. También se ha dicho que “Hay tantos Costus como personas que los aman”.

Verdaderamente he podido comprobar como hay personas que no los conocieron, pero los aprecian y los valoran profundamente; otros que los conocieron y cuentan su experiencia con ellos; otros son pura imaginación desbordante…pero todos me han gustado muchísimo, cada uno en su estilo y en su manera personal de escribir..

Uno de los relatos ha destacado por su puntuación quedando como claro vencedor:

“La máscara”, de David Vizcaya. (56 puntos)

En segunda y tercera posición se situan “Luces y Sombras”, de Álvaro Álamo (44 puntos) y “25 años en otra dimensión” de Remedios Pascual (30 puntos).

Tanto me han gustado que voy a intentar hablar con los autores (para que me autoricen) y hacer un librito con los textos y con imágenes de Costus, o de su obra, que me ha sugerido cada relato.

Repito mi enhorabuena al ganador, con el que me pondré en contacto para la entrega del premio

Un abrazo, Ricardo.

Aquí os copio el relato integro ganador

La Máscara

mascaraEl día era oscuro y con un cielo cubierto de nubes tan bajas que parecía que los pájaros las cruzaran azarosos en sus vuelos sin rumbo. Pero esto no molestaba a Estefanía, que pensaba que de este modo la playa estaría más solitaria y podría pasar allí un rato tranquila. Se levantó de la cama despacio, como c
ada mañana, y caminó en pijama hasta la cocina donde ya olía el café recién hecho que había preparado su madre, María. Estefanía se sirvió una taza que se tomó en dos tragos, cogió una manzana intuyendo que era dulce y sabrosa, y regresó a su cuarto.

– Máscara, máscara.

Estefanía estaba obsesionada con esa palabra desde hacía varios días.

– Máscara, máscara.

Quizás la había visto escrita en algún cartel publicitario. Ya se sabe que los publicistas usan ese tipo de estrategias para sugestionar y meter ideas en la parte de atrás de nuestra mente. El caso es que no era una obsesión enfermiza ni le causaba ninguna desazón. Le parecía algo tan absurdo que incluso sonreía complaciente cuando repetía “máscara” frente al espejo del baño. Estefanía sabía que cuando llegara el momento comprendería por qué esa palabra se había instalado en su cabeza para quedarse. No tardó mucho en vestirse y salir al porche de la casa donde le esperaba ansioso Milo, un majestuoso labrador negro, para salir a pasear. El otoño de aquel 1988 fue particularmente suave en Sitges y Estefanía solía pasar las mañanas junto a Milo en la playa de San Sebastián. Era tal la atracción que sentía por el mar que parecía como si éste la observara a ella, y no al revés. Estefanía perdía la noción del tiempo en aquellas mañanas en la playa, y en su cabeza sólo rondaba una idea: «Máscara». Continue reading

El San Juan se va al ECCO y me deja un sentimiento ambiguo

Un sentimiento  ambiguo.
Hoy es 10 de Junio de 2013 y por fin el Ayuntamiento de Cádiz ha mandado a recoger las obras que doné para el Museo ECCO. Se acerca la inauguración y hay que trasladarlas para poder hacerles una limpieza y colgarlas en su morada definitiva.
Para mí ha sido un día extraño, puesto que aunque era esperado y sabía que llegaría el momento, ahora me siento vacío y apenado al verlas partir. Son dos cuadros, un caballete y una escultura que estaban conmigo desde que falleció Juan en 1989, hace ya 24 años.
El “San Juan” es una obra magistral, que forma parte del conjunto del “Valle de los Caídos”  y es un retrato de mi hermano, pintado por Enrique, con fondo de Juan. Estaba en mi salón, siempre presidiendo, siempre mirando al cielo con esa espiritualidad de San Juan Evangelista. Sin duda un bello cuadro, pero un enorme peso psicológico. Deja un vacío difícil de sustituir.
El  “Despertar de Quetzalcóatl” es un cuadro más amable, que muestra a Juan tumbado en la playa, rodeado de su perra afgana “Lala” y de “Morning”, el perro de un amigo, con un fondo de mar que reconozco como los “Caños de Meca”, playa a la que fuimos juntos numerosas veces y de la que salieron tantos de los cuadros de Costus. Lo tenía en el dormitorio, sobre la cama, y deja un hueco que será complicado rellenar.
La escultura es obra de Juan y es un Hércules naranja y fluorescente. Quedará impactante en el Museo y le auguro un buen futuro como símbolo del Hércules Gaditano. El Caballete era de Costus y había sido un regalo de mi tío el escultor Luis Sanguino, que fue su anterior propietario.
Todo eso ha salido hoy de mi casa y me siento un poco más vacío, un poco tristón, como si me hubieran cortado una parte de mí cuerpo. Pero por otro lado sé que estará bien cuidado, bien custodiado y que lo podrán disfrutar innumerables generaciones de gaditanos y visitantes…y eso me consuela y además le da sentido a la creación de Costus: ellos querrían verse en un museo, no me cabe la menor duda, así que al final siento una profunda satisfacción y alegría.
Una mezcla, un coctel difícil de beber,  pero dulce al final. Con ese coctel brindo con todos vosotros, por Costus.
Por Ricardo Carrero Galofré